¿A tu planta le han salido sus primeras hojitas? ¡Enhorabuena! Tu planta ha comenzado la fase de crecimiento. Pero no te confíes. Esta fase requiere que le des muchísimos cuidados hasta que la planta empiece a dar sus primeras flores.
Te traemos esta guía práctica con todo lo que necesitas saber para gestionar la fase de crecimiento de la marihuana para que se convierta en una planta grande y hermosa.
En esta guía encontrarás todos los requisitos que exige tu cultivo, los momentos apropiados para administrarle fertilizantes, todas las complicaciones que pueden surgir en esta fase, trucos que pueden beneficiarlo enormemente, así como la información que necesitas para valorar los nutrientes.
Contenido
Para que la marihuana crezca, no sólo es necesario que haya desarrollado un buen rizoma durante la fase de enraizamiento. Esta necesita que reproduzcamos las condiciones de su zona geográfica de origen. Así, los cuatro elementos que debemos de tener en cuenta para favorecer su crecimiento son:
La iluminación que proporcionan las lámparas de luz azul o lámparas de luz fría son las que más se asemejan a los rayos solares. Por ello necesitaremos este tipo de lámparas para el crecimiento de nuestras plantas de marihuana.
Estas requieren de un régimen de 18 horas de luz y 6 de oscuridad. Si quisiéramos acelerar el crecimiento, podríamos incrementarlo hasta a 20 horas de luz y 4 de oscuridad.
En todo el tiempo que dure el cultivo, la temperatura a la que se somete a las plantas no debe superar los 27ºC. Tampoco puede ser inferior a 20ºC. El rango óptimo de temperatura que favorecerá el crecimiento de la marihuana será de 24 o 25ºC.
Las necesidades de humedad de la planta varían según el régimen de exposición a la luz. Así, durante las horas en las que esté expuesto a la luz, deberá tener entre un 40 y un 50% de humedad. Durante las horas de oscuridad estas cifras pueden aumentar hasta un 60 o 70%.
Para poder llevar un control apropiado de la humedad de mi maceta en todo momento necesitarás algún aparato medidor apropiado. Emplear un humidímetro es una muy buena opción.
El sustrato de la maceta tiene que estar constantemente húmedo (a unos niveles apropiados según el fotoperido), sin llegar a estar empapado, puesto que en esta fase la planta corre el riesgo de anegarse.
Si decides regar tu marihuana manualmente, tendrás que comprobar manualmente si el sustrato está ligeramente seco. Si, en cambio, dispones de sistemas de riego automático tendrás que hacer la programación adecuada para que no quede ni seca ni ahogada.
La forma idónea de comprobar la necesidad de agua en la maceta es sopesarla. Cuando pese poco, tu planta necesitará ser regada.
Las plantas de marihuana al igual que otros cultivos, requieren para crecer y alcanzar su máximo potencial.de macronutrientes y micronutrientes esenciales.
A la hora de cultivar es muy frecuente utilizar fertilizantes que aportan micronutrientes y macronutrientes a nuestras plantas para favorecerlas. Sin embargo, no todos los fertilizantes del mercado son iguales: no tienen la misma proporción de nutrientes, emplean ingredientes distintos o aportan unos u otros suplementos. Tanto el cocovan A, como el cocovan B y el crecivan son perfectos ya que aportan la proporción adecuada
Cuando nuestra planta empieza a crecer, muchos cultivadores comienzan utilizando fertilizantes suaves para que la planta pueda ir acostumbrándose y evitar la quema de nutrientes.
La planta requiere de mayor número de nutrientes si quieres que desarrolle un follaje fuerte y sano.
El uso de estos fertilizantes puede combinarse con potenciadores para marihuana, productos (como Candyvan o Poseidón) que aportan microorganismos al sustrato y favorecen que el cultivo alcance todo su potencial biológico.
El uso combinado de ambos productos combinados permitirá a tu planta desarrollar todo su potencial biológico, sin correr el riesgo de que se produzca interacción química, puesto que los aditivos que ofrecemos en Van Nutrients son 100% orgánicos.
Como dijimos antes, esta fase es muy exigente para cualquier cultivador. Es fácil que haya algún desajuste en los requerimientos de la marihuana por diversos motivos. Esto no significa que no podamos solucionarlo.
Antes hemos hablado de los niveles óptimos de humedad que requiere una planta en esta fase de su vida. Nunca debe de estar seca, tampoco ahogada. Controlar la humedad es muy importante.
La excesiva humedad emula condiciones para las que nuestra maceta no está hecha e invita a la aparición de hongos. Por el contrario, la falta de humedad genera sequía en el sustrato, lo que la somete a un enorme estrés metabólico a causa de la deshidratación ambiental.
La ventilación controla los niveles de humedad y temperatura. Empleando ventiladores evitamos el estancamiento del aire, así como los excesos de frío y calor.
Como todo, el empleo de un número no apropiado de ventiladores tendrá consecuencias nefastas sobre nuestro cultivo. Lo recomendable sería conectar nuestros ventiladores a un controlador de clima. Poseen unos sensores que regulan la actividad de los ventiladores en función de las condiciones ambientales.
Evitar problemas con este factor requiere de utilizar las bombillas apropiadas, que no son otras que aquellas emisoras de luz fría. Igualmente, la maceta requerirá de un mínimo de horas diarias de oscuridad para realizar sus funciones de descanso.
Una buena forma de favorecer el crecimiento de tus plantas es cortando todo aquello que no se vea sano, podando las hojas o los tallos amarillentos o muy secos. Se trata de quitarle lastre al cultivo para que distribuya óptimamente sus nutrientes. Esto puede hacerse con unas buenas tijeras de podar.
Por otro lado, utilizar un buen sustrato te ayuda a evitar encharcamientos y lograr drenar el sustrato. Esto es importante porque el exceso de humedad enferma a la planta y hace que sus hojas y tallos se oscurezcan. Así, una planta de aspecto oscurecida necesitará ser trasplantada o un cambio de tierra o de sustrato.
Como se ha mencionado antes, toda planta se alimenta principalmente de los macronutrientes de Nitrógeno (N), potasio(P) y fósforo (K). Al ser estos los alimentos principales de la marihuana, decimos que su alimentación es equilibrada cuando presenta el llamado equilibrio NPK.
Sin embargo, según la fase en la que se encuentre nuestra planta de marihuana, esta necesitará de mayor cantidad de uno o de otro, igual que una persona a determinadas edades necesita de más calcio y en otras necesita de más proteína.
En la fase de crecimiento, la marihuana requiere de mayor cantidad de nitrógeno que de los demás macronutrientes esenciales para desarrollarse correctamente, además los demás micronutrientes que exige una planta
De modo que, a la hora de elegir los productos que vamos a utilizar en plantas de marihuana que están en fase de crecimiento, debemos fijarnos en que le aporten la cantidad suficiente de nitrógeno.
Así, siguiendo todos estos consejos y poniéndole esmero; antes de que te des cuenta llegará el otoño, y con ello la fase de floración.