¿Cómo desarrollar unas raíces de marihuana sanas?

La raíz es la parte más importante de la planta, no solo por ser el soporte de la planta, sino la vía por la que absorbe el agua, los fertilizantes y el oxígeno que necesita toda la planta. De ahí la importancia de desarrollar unas raíces de marihuana sanas.

Por ello, en este artículo vamos a explicar cómo cuidar la salud de las raíces, así como a tratar los problemas más habituales que surgen.

¿Cómo mantener las raíces de tu marihuana sanas?

Las raíces de marihuana sanas tienen un color blanco lechoso y carecen de olor.Para mantenerse sanas, todas las plantas necesitan 3 elementos: oxígeno, temperatura adecuada y nutrientes.

Oxígeno constante

Las raíces de marihuana necesitan temperatura alrededor de 24°C, y respiran más por la noche. Si queremos mantener una temperatura constante para las raíces:

• Colocamos un ventilador frontal y un extractor por encima, para propiciar un flujo de aire saludable en el cuarto de cultivo. Así aseguramos la circulación del aire y evitamos la formación de bolsas de calor.
• Usamos termómetros para controlar la temperatura del espacio de cultivo.
• Pintar de blanco el recipiente de la planta. La pintura blanca refleja la luz, ayudando a mantener el depósito fresco.

Riego adecuado

Las raíces de marihuana sanas se extienden en busca de agua y nutrientes. Una vez la planta haya crecido un poco, tenemos que regar dirigiendo parte del agua fuera del radio que ocupan las raíces. Esto ayudará a que las raíces se extiendan por todo la maceta en busca de más espacio y nutrientes.

Fertilizantes apropiados

El Fósforo (P) y el Potasio (K) son dos macronutrientes que ayudan a fortalecer las raíces existentes y favorecen el desarrollo de raíces nuevas. Por otro lado, el Nitrógeno (N) estimula el crecimiento.

Si nuestras plantas están produciendo mucho follaje mientras las raíces quedan rezagadas, es buena idea aumentar el contenido de fósforo del fertilizante. Para ello, lo normal es utilizar enraizantes que estimulen el sistema radicular de la marihuana.

¿Problemas más comunes en las raíces de marihuana? ¿Cómo los trato?

Antes de lanzarnos a sembrar marihuana sin miramientos, debemos de conocer los padecimientos más comunes que sufren las raíces de marihuana sanas.

Exceso o escasez de riego

Los síntomas de un riego excesivo o escaso son la languidez y el marchitamiento. Debemos prestar atención de forma constante a la tierra de cultivo para detectar las necesidades de la planta. El secreto está en no volver a regar hasta que el sustrato esté seco.

En nuestro blog, podemos conocer trucos para regar nuestra planta de marihuana y evitar estos problemas en el cultivo.

Mosca del mantillo

Unos insectos pequeños que ponen sus huevos en la tierra húmeda. Cuando eclosionan, las larvas se introducen en el suelo para alimentarse de las raíces de marihuana sanas, causando languidez y marchitamiento. 

Además pueden propagar esporas de hongos (como el pythium) al depositar sus huevos, por lo que es importante detectar rápidamente una plaga de moscas del mantillo.

Para eliminar la mosca del mantillo, colocamos trampas para acabar con las moscas adultas y, por otro lado, esperamos a que se seque la tierra para después regar con insecticidas con mucha agua.

Exceso de fertilizante

Aunque los fertilizantes ayudan a las plantas, su exceso puede causar daños graves en las raíces, retrasando su crecimiento y provocando un estrés que afecta a la calidad y el tamaño de los cogollos.

Los cultivadores novatos suelen creer que cuanto más fertilizante usen, mejor crecerán sus plantas. La quema de nutrientes presenta los estos síntomas:

• Las hojas adquieren un color verde oscuro.
• Las hojas de abanico se curvan hacia arriba.
• Hojas con las puntas secas y de color amarillo-pardusco.

Para combatir la quema de nutrientes, podemos:

• Utilizar medidores de pH y EC para conocer las causas.
• Hacer un lavado de raíces con agua de pH equilibrado, durante 1 semana.
• Reducir de forma gradual la dosis del fertilizante para garantizar que las plantas sean capaces de absorber los nutrientes.
• Utilizar las dosis correcta de fertilizante.

Raíz podrida

Suele ser a causa de una acumulación de bacterias y hongos que se desarrollan en los suelos anegados y el agua estancada, y que interfieren con su capacidad para absorber nutrientes y agua

Esta enfermedad hace que las plantas se marchiten, y desarrollen un follaje amarillento. Sin embargo, sólo sabremos que la planta tiene las raíces podridas si observamos sus raíces.

Las raíces podridas se ven viscosas, con color marrón y un olor pútrido.

Ante este problema debemos trasplantar la marihuana a macetas con tierra limpia. Una vez hecho, realizaremos un seguimiento de su salud. Tanto a la hora de plantar por primera vez, como de trasplantar, debemos de preparar el suelo de cultivo y de hacerle una buena revisión.

Raíces enredadas

Las raíces de marihuana se enredan al quedarse sin espacio en la maceta. Aunque el espacio se les haya quedado pequeño, las raíces continúan creciendo y pueden acabar enmarañadas, produciendo:

• Secado rápido de la tierra.
• Deficiencias nutritivas, con todos los síntomas que arrastran.
• Inclinación, al ser la planta demasiado grande respecto al sistema radicular.

Para evitar que las raíces de marihuana se enreden, debemos trasplantar a una maceta más grande. Lo ideal es trasplantar cuando las raíces hayan alcanzado los bordes del tiesto.

Estructura radicular pobre

Las raíces de marihuana desarrollan una estructura piramidal; la raíz primaria crece en vertical hacia abajo, mientras que las capilares se expanden en horizontal. Por desgracia, algunas plantas tienen dificultades para desarrollar unas raíces fuertes, lo que afecta a su capacidad para respirar y absorber nutrientes y agua.

A las plantas con un sistema radicular mal desarrollado les cuesta mantenerse erguidas, Además, debido a las dificultades para absorber agua y nutrientes, pueden presentar síntomas de exceso o escasez de riego, un crecimiento lento o atrofiado, y deficiencias nutritivas que pueden afectar a la cosecha.

Para evitar todo esto, debemos de ayudar a la planta de marihuana a desarrollar una buena base rizomática. Para ello, podemos valernos de fertilizantes de enraizado, que ayudan a nuestra planta a desarrollar unas raíces de marihuana sanas, ampliaa y consistentea que la mantendrá firme durante todo el cultivo; ahora, debemos de aprender a aplicar los enraizantes de marihuana (insertar url de uso de enraizantes) para evitar que las raíces se quemen.

Zona radicular fría y caliente

La marihuana requiere de temperaturas en torno a 16 y 30°C. Las temperaturas demasiado bajas o demasiado altas afectan a las raíces de marihuana y causan  languidez, marchitamiento, crecimiento atrofiado, decoloración de las hojas y dificultades para absorber agua.

Además, el frío excesivo deja a las plantas en shock, mientras que el calor atrae a insectos a la zona del cultivo y crea un ambiente propicio para el surgimiento de hongos y plagas..

Si queremos evitar todo esto, debemos de estar muy atentos a la temperatura de nuestra zona de cultivo. Una forma de enfriar las raíces es colocando ventiladores que miren directo a la planta. Si lo que queremos es aumentar la temperatura, hacemos que los ventiladores dirijan el aire en sentido contrario al suelo mientras empleamos un humidificador.

Sea como sea, tendremos que conocer los fotoperiodos de la marihuana de exterior.

¿Cómo detectar hongos en mis raíces de marihuana?

Existen dos hongos que suponen una auténtica amenaza para los cultivos de marihuana:

• Fusarium: Uno de los principales causantes de la podredumbre de la raíz. Sus esporas permanecen latentes durante años, lo que hace que sea imposible detectarlo hasta que ha empezado a atacar a las plantas.

El fusarium ataca a las raíces, afectando a la absorción de agua y nutrientes y haciendo que la planta se debilite y quede marchita. Nos daremos cuenta cuando la maceta se mantenga húmeda durante varios días.

• Pythium: Un alga parásita que pudre las raíces de marihuana sana. Aunque puede atacar a las plantas en cualquier etapa de su ciclo de vida, las plántulas son las que corren más riesgo de sufrir sus ataques. Por debajo de la superficie, el pythium forma una masa viscosa y maloliente alrededor de las raíces de la planta. Por encima del suelo, podemos notar los síntomas de desnutrición y falta de agua de la planta, por eso la infección de pythium es muy difícil de diagnosticar cuando se cultiva en exterior.

Por desgracia, a día de hoy no existe cura para el fusarium y los tratamientos para la pythium resultan muy costosos. Si detectamos alguna de estas plantas, lo mejor será evitar su propagación, sacrificando a las plantas afectadas y esterilizando la zona y las herramientas de cultivo.